Al comenzar
la función tres actores pierden una valija donde creen que está la fórmula para
actuar y así poder llevar adelante su espectáculo. Mientras la buscan, en el intento de que el
público no se vaya, suceden confusas situaciones que los llevan a descubrir que
sin la fórmula la obra se llevó a cabo gracias a que el teatro sólo requiere de
la presencia del actor, que con sus ganas de lanzarse a imaginar y a jugar es
un poeta que escribe con su cuerpo en el espacio y hace real la magia del
teatro.
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